viernes, 16 de noviembre de 2007

Haceme septillizos!




"Hola México lindo, bienvenidos al juego de seducción, ¿estamos todos?" y desde ese momento me tuvieron a sus pies.
El concierto de anoche estuvo bárbaro, tocaron casi tres horas, más de 25 canciones, no sentí nada de frío porque era demasiada la emoción, bailé mucho y varias veces como si estuviera en los 80, canté, grité, hubo varios fiu fiuuuuuu, lastimé oídos... vaya que gocé la noche de anoche, la compañía, la bebida, el cielo con unas cuantas estrellas, todo fue perfecto.
Gustavo Cerati, Zeta Bosio y Charly Alberti están en perfecta forma (literal), se les notaba emocionados y tocando con una maestría inigualable, creo que mejor que en sus mejores tiempos, enmarcados por un fabuloso escenario diseñado por Martin Philipis.
Y como decía, los tres están en perfecta forma y aunque los ojos de Charly y los sensuales brazos de bajista de Zeta están buenísimos, Cerati siempre ha sido mi favorito, es uno de mis hombres perfectos, además, esa genialidad para tocar la guitarra, esa manera de mover los dedos, mmm.... todo lo que podrá hacer con ellos... mr mr, ajá, por eso (no recuerdo exactamente en qué canción) grité "Cerati, hazme septillizos", la gente me vio raro, "pinche loca" seguro pensaron, pero lo dije muy en serio, aunque creo que mi grito desesperado no llegó hasta él. Ni modo, ya será para la próxima.



Mis favs: juegos de seducción, zoom, sueles dejarme solo, sobredosis de tv, tratame suavemente, persiana america, nada personal, profugos, en la ciudad de la furia, cuando pase el temblor, música ligera.
Las que faltaron según yo: misil en mi placard, té para tres, ella uso mi cabeza como un revolver.

Estuvo tan bueno que creo que estoy a punto de lanzarme a la aventura y regresar hoy, talvez ahora sí me escuché y podamos crecer la felicidad.

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Otro punto importante: gané una cajetilla de cigarros. Todo porque mi acompañante me dijo "si gritas 'mariposa technicolor' te doy una cajetilla", obviamente lo hice, no fue nada difícil.

Lo peor: mi pantalón favorito se razgó. A quién se le ocurre ponerle picos a una moto y estacionarla en el único espacio por el que yo podía pasar entre los autos y demás vehículos automotores!


Estábamos aprisionados en un estacionamiento tipo tetris, nos cobraron 100 pesos por dejarlo ahí y tuvimos que esperar más de una hora a que se desalojara el lugar porque, para acabarla de amolar, nuestro auto estaba en medio del desastre, fue horrible, de miedo.

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