lunes, 15 de junio de 2009

Voy a explotar


Gerardo Naranjo pudo haber hecho una comedia adolescente más, pero quiso irse por otro lado, sin llegar tampoco a hacer una peli contemplativa tipo Reygadas, no, esa no es su onda.
Le tomó seis meses elegir a quienes encarnarían a Maru y Román, personajes como salidos de la Nouvelle Vague, Naranjo tuvo que revisar 3 mil videos en los que preguntaban a chicos de secundaria ¿cuál ha sido el momento más feliz y el más triste de tu vida?, ¿qué onda con el primer beso?, así fueron elegidos Juan Pablo de Santiago y María Deschamps.
En Guanajuato, Román, hijo de un político, con todo lo que eso implica, y Maru, una chica de clase media que vive con su madre y su hermana menor, se conocen y eso lo cambia todo. Se dan cuenta que hay alguien más como ellos que está en contra del "aquí no pasa nada", que coinciden en la inconformidad, las ganas de romper con lo establecido y el deseo que tienen por autodescubrirse, también con todo lo que eso implica.
Entre comedia negra y road movie, entre graciosa y cruel, la cinta escrita y dirigida por Naranjo, nunca cae en lo cursi y es tratada con la seriedad de un adolescente, una seriedad para tratar sus sentimientos y para ver el mundo muy a su manera, por eso la peli pasa desde su punto de vista, por eso los adultos están medio caricaturizados, por eso el personaje más cómico es el del papá de Román, el político encarnado por Daniel Giménez Cacho.
Y aunque la parte final se siente un poco larga, Naranjo termina por resolverlo con habilidad ayudado por la fotografía de bellos paisajes, colores y encuadres y usando de fondo música desde Mahler, pasando por Porter y tocando a Interpol, Naranjo explora la rebeldía de dos adolescentes en una época en la que ésta ya no se mide por los tatuajes ni los piercings y muchas veces ni por si se llega o no a casa, sí, la rebeldía de la que habla por momentos parece un poco ingenua.
Maru y Román buscan nuevas experiencias y una identidad, van en constante caza del autodescubrimiento sexual y la "libertad", para eso huyen del hogar, pero la verdad es que no llegan muy lejos y con una idea medio romántica e inocente de pronto se convierten en un hombre y una mujer fuera de la ley.