jueves, 7 de febrero de 2008

Un encuentro cercano con Dios o una energía superior o lo que sea que sea en lo que cada quien crea

En realidad sólo me topé con un personas buena onda, pero según yo algo superior tuvo qué ver para que yo estuviera con ellos en ese momento en el mismo lugar. Resulta que abordé un micro conducido por un “amable” viejecillo, hola, a periférico por favor, le extendí un billete de 50 pesos, no tengo cambio, bueno pásale y ahorita se lo doy, ok, me acomodé y antes de que pasara un minuto, estiró su brazo hacia mí con billete en mano, no tengo cambio, bájese y agarre el que sigue, sale pues, gracias, frenó y cuando tenía un pie en los escaloncitos escuché súbete, yo te lo pago, volteé sorprendida para conocer el rostro de mi hado padrino, no es necesario, si quiere sólo cámbieme el billete, no, no tengo, pero sube, yo te lo pago, en ese momento vi varias manos meterse a los bolsillos de los pantalones, no sólo él quería pagar mi viaje, unas tres o cuatro personas más querían ayudarme, para no quitar dinero sólo a uno acepté monedas de varios y junté mis 2.50, se los di al “lindo” viejecillo y me senté, ja, lo curioso es que tenía a la vista varias monedas de 10 pesos y otras tantas de 5, él no se quería quedar sin cambio, yo no quería hacer drama, todo se lo debo a mis compañeros de viaje buena onda, a veces las cosas sí son como en un musical.

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