lunes, 17 de noviembre de 2008

Tres monos. No veo, no oigo, no escucho

Lo mejor de esta peli es sin duda alguna la fotografía, seca y árida como la historia que, a pesar de estar bien contada y tener buenas actuaciones, llega a sentirse muy lenta y un poco pesada en su segunda mitad. El director y guionista Nuri Bilge Ceylan nos da la cruda historia de una familia enredada en mentiras, verdades a medias y silencios que dañan su relación y que son consecuencia de la muerte de uno de sus hijos cuando aún era pequeño y de la estancia del padre en prisión durante varios meses, tras echarse la culpa de un crimen cometido por su jefe a cambio de dinero. A través de una narración pausada y sutil, el director presenta situaciones difíciles y que llegan a molestar muchos, reflejando las contradicciones e ironías morales de Turquía en donde conviven viejos dogmas, tradiciones y costumbres con las nuevas reglas del mundo.

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