domingo, 23 de noviembre de 2008

Una dama para dos

Dirigida por Claude Chabrol, de quien siempre se habla como un maestro del suspenso y fiel seguidor del cine de Alfred Hitchcock. En esta peli recrea un crimen pasional ocurrido en Nueva York hace muchos años, en el que un arquitecto fue asesinado por el esposo de su amante. Chabrol usa la misma fórmula que le ha funcionado por años, por lo tanto, no hay nada nuevo y la peli es buena a secas. Ludivine Sagnier interpreta a una chica dividida entre dos hombres, en medio de un triángulo amoroso en el que las otras dos partes son un un escritor exitoso, casado y pervertido (François Berlèand) y un empresario millonario y medio emo con su cabello decolorado, peinado de lado, sentimetaloide, caprichoso, inmaduro, infantil y afeminado (Benoît Magimel). Buenas actuaciones en una peli bien contada sobre el poder y las relaciones miserables, llenas de hipocresía, doble moral, celos, infidelidad y perversión que nunca aparece a cuadro.

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