jueves, 23 de octubre de 2008

Como a los diecisiete

Talvez no estén para saberlo ni yo para contarlo, pero no soy de esas que cuida su dieta, me gusta comer bien, sano y rico, pero igual como azúcar, pan, tacos, demás cosas grasosas y masosas y bebo alcohol, pero al mismo tiempo no me gusta estar barrigona, la verdad, pa'qué miento. Ok, desde hace ya varios años compro mi ropa en talla 28, pero en la prepa y aun durante los primeros dos o tres años de la universidad compraba la 26, bueno... ayer tenía qué hacer tiempo en lo que comenzaba mi peli en la cineteca, no tenía ganas de leer, porque apenas esa mañana terminé un libro y no se me antojaba comenzar otro luego luego (ja, no, esperé un día, hoy lo empecé), tampoco quería beber café ni ver discos o dvds ni checar revistas, así que como hacía meses no entraba a conocida-tienda-de-ropa-de-marca-española, decidí entrar con el único fin de probarme algunas prendas. Entré, agarré varias cosillas, fui al vestidor y cuando me probé unos pantalones acampanados fabulosos tran tran tran traaaaan!!! La 28 me quedó grande!!! primero pensé que el modelo venía "amplio", así que me probé otros bellos pantalones de pana gris y... también grandes!!! La verdad tampoco me molestaba comprar la 28, ya hasta me había acostumbrado, pero confieso que regresar a la 26 me causó mucho placer, nunca creí que volvería a ella, a mis años mozos, cuando iba en la prepa era menos caderona, no es que ahora sea muy, pero se me he "ensanchado" un poco esa parte del cuerpo, tenía menos grasilla pegada a la cadera y dos gramos más de pompa, ahora, la verdad es que no tengo nalgas, están re chiquititas, pero también tengo menos panza que hace un año, estoy contenta, siento que soy más joven, diez años más joven.

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