lunes, 5 de mayo de 2008

Stopping smoking

No soy de las que fuma como chimenea, de hecho pueden pasar semanas y no se me antoja ni una fumada, pero recientemente con el tanto trabajo que tuve durante tres semanas, créanlo o no, ni tiempo tenía de fumar, y justo un fin antes de comenzar en el fest me tocó la entrada en vigor de la ley de no fumar dentro de bares, me cayó justo en un viernes condesero, en el celtics, yo pensé que iba a estar saliendo y saliendo y saliendo, pero no, ni se me antojó y todo era tan claro adentro del lugar, yo respiraba tan bien, ni mi ropa ni mi cabello apestaban, mis ojos tenían color normal... qué cambio, me gustó.
Durante estos días de puente me fui a Xalapa, allá no tienen esa ley, terrible, yo estaba en un mega súper atascado antro gay carente de ventilación donde, literal, no cabía nadie más, la gente fumando, bailando, transpirando vapores raros, el hielo seco y de por sí hacía demasiado calor en la calle, terrible, en verdad, yo no podía respirar, sudaba como camionero, no veía más allá de mis amigos, mis ojos me ardían, por momentos añoré nuestra ley, no, no por momentos, de verdad la añoré.
Sé que quien es adicto al cigarro odia la situación y saldrá varias veces a la calle, yo sólo agradezco no serlo.

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