viernes, 9 de mayo de 2008

2x1, la noche en que vi Control y Velvet Goldmine

Velvet Goldmine. En los años ochenta un periodista comienza a investigar sobre el paradero de un cantante glam rock setentero que fingió su muerte cuando aun estaba en la cima, para derrumbarse y perder su fama al ser descubierta la farsa, ni la "amistad" que tenía con otro cantante lo pudo salvar. Christian Bale, Jonathan Rhys Meyers y Ewan McGregor. El director es Todd Haynes, quien acaba de llevar al cine la vida de Bob Dylan en I'm not there. La peli empieza con Oscar Wilde de niño, qué quieres ser de grande, un ídolo pop, una cita de él "el hombre es menos él mismo cuando habla por cuenta propia, dénle una máscara y les dirá la verdad". Brian Slade, personaje claramente inspirado en David Bowie e interpretado por Jonathan Rhys Meyers, a quien, aunque actúa perfecto y sale guapísimo con todo y máscara de pestañas, le falta para llenar la imagen del talentoso y extravagante Bowie, le quedó un poco grande el personaje. Curt Wild es una excelente interpretación del locochón Iggy Pop y en la peli se ve reflejada la mutua inspiración, y adoración de estos ídolos pop de ficción. El periodista Arthur Stuart nos mete en sus recuerdos, va reconstruyendo el pasado, SU pasado, junto a nosotros, pues en su adolescencia fue algo más que un fan de Slade. La nostalgia por los setenta es palpable y Haynes nos lleva y trae desde ese presente ochentero, con un soundtrack impecable, ésta peli es un tributo a la época, la música y los personajes, con todo y el brillo, las pelucas, el maquillaje, la ropa ajustada, los tacones, rock, pop, glam.
Control. Nacimiento de Joy Division, ascenso y muerte de Ian Curtis. El primer disco que pone Ian (una buenísima actuación de Sam Riley) es Aladdin Sane de David Bowie, él último es The Idiot de Iggy Pop, por eso fue hermoso verlas el mismo día, el complemento perfecto. Y todo dado por la casualidad. Anton Corbijn, el director, es un muy conocido y reconocido fotógrafo (U2, REM) y director de videos de Depeche Mode, Metallica y Nirvana, entre varios otros; holandés de nacimiento, fue atrapado por la música de Joy Division y se mudó a Inglaterra para comenzar a trabajar en the New Musical Express (Revista inglesa de música) en 1979, ahora, su primer peli es sobre la figura de Ian Curtis. Corbijn usa el blanco y negro, la peli es pausada, mas no lenta, cruda, pero no vulgar, muchos close up, nos va introduciendo en la mente de Ian, en sus crisis, en su enfermedad, en sus miedos, inseguridades e indecisiones. Ian-Sam cambia al presentarse con el grupo, deja la calma por sus movimientos semejando la epilesia que le aquejaba, ataques en el escenario, todo empeora y se acerca el final, la intesidad de la música y las letras, la del éxito, su voz grave lo hacían escucharse más grande, 23 años, a esa edad moriría.
Y también casualidad es que escuche a Bowie en este momento, hermoso fue haberlas visto juntas.

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