
Cuando vi el título de la peli, El hombre inoportuno, pensé, no me importaría, oportuno, inoportuno, pero que sea porfavor!, lo siento, me dejé llevar un poco. El hombre de la cinta, Andreas, llega a una nueva ciudad, a un nuevo trabajo en donde todos son felices y todos tienen todo lo que quieren, suena bien, no?, pues no, la comida no sabe, el alcohol no embriaga y la mejor plática que pueden tener sus habitantes es sobre muebles. A Andreas le cuesta trabajo adaptarse y mientras avanza la cinta él va cayendo en un aletargamiento insoportable.
El hombre inoportuno es de esas pelis que me causan... comezón y, al mismo tiempo, me hacen reír, con ese humor tan nórdico, tan ácido e inadaptado como nuestro personaje, aderezado con una poca de violencia nada gratuita, todo gracias al guión de Per Schreiner, la dirección de Jens Lien y la buenísima actuación de Trond Fausa Aurvaag.